RESTAURANTE L'HOME DELS NASSOS (Sants, Barcelona)

después de 7 años en Tarragona la Georgina (cocina) y Robert (50%sala y 50%cocina) deciden trasladar l'Home dels nassos a Barcelona, para ser exactos en el barrí de Sants, han cogido un local pequeñito de apenas 5 mesas, decoración minimalista, no hace falta más, el protagonismo estará en el plato, la carta en formato menú degustación tiene 2 menús, uno a 25 euros (nit i dia amb alegría) y otro a 43 euros (vol sense motor) que fue la opción que nosotros escogimos, este se divide en 4 escenarios (brisa, aire, vent y tempesta) donde en cada uno llega un bloque de platos en este caso un total de 9, sin duda la relación calidad precio es de las mejores de toda Barcelona, dudo mucho que encontréis muchos sitios con esta creatividad en Barcelona por este precio, la carta de vinos con pocas referencias pero las justas para poder disfrutar, en nuestro caso pedimos un gramona gessami a 20 euros la botella, el doble del valor en tienda estando dentro de lo habitual en Barcelona vamos, tengo que decir que aunque disfrute mucho la propuesta si afinaran algunas pequeñas cosas creo que ganaría la experiencia, por ejemplo en lugar de traer la comida en 4 bloques la fueran sirviendo plato a plato, esto lo digo porque me dio la sensación que al tener que preparar el bloque como que cortaba la armonía del menú y le quitaba ritmo, sin embargo si lo fueran trayendo de uno en uno seguro que al comensal no se le harán largas las esperas entre bloque y bloque ya que constantemente le irán llegando platos y la cocina podrá ir sacando platos y ser servidos a buen ritmo, soy consciente de que un menú de este tipo trae mucho curro y también de que los medios son más escasos, tan solo uno en cocina y otro en sala pero también es cierto que en tan solo 3 mesas y un menú así no puede durar 3 horas, es demasiado y el público de Barcelona que vive a un ritmo acelerado puede que les hagan alguna crítica negativa por esto y es una pena porque en realidad el menú está muy bien y merece y mucho la pena, la sala esta llevada perfectamente, Robert es súper meticuloso y perfeccionista y rebosa amabilidad y buen rollo lo que es perfecto para esta propuesta, quizás lo único que me sobrecargo y de lo que sí que hay que reducir es la historia, contar un poco al principio y al final y durante el menú alguna pincelada rápida pero la historia hay que dejarla que la vaya contando el plato, por el resto la velada fue estupenda y como veréis el menú es de un muy buen nivel y es altamente recomendable sobre todo si queréis probar algo diferente y original sin necesidad de salir con un agujero en la cartera, bueno hecha la presentación vamos a ver que dio de sí el:

VOL SENSE MOTOR

 

Una vez en nuestra mesa encontramos 2 manzanas donde dentro encontraremos las servilletas y la mesa desnuda que durante el menú ya irán vistiendo

 

comenzamos el primer bloque (brisa) con los nenúfars marins, lo llaman esferificación pero yo lo llamaría ravioli esférico, matizo el porqué, las esferificaciones son suaves y sedosas y cuando las pones en boca explotan dejando un jugo y en este caso era de textura rugosa y densa por lo que aunque la técnica usada sea la de esferificaciones creo que es más apropiado ravioli esférico, es solo un pequeño matiz sin importancia, esferificación de ajoblanco con pan tostado, piel de bacalao frita y caviar de cerveza negra, este aperitivo me pareció brutal, tanto en sabor como en texturas y como en forma de comer

 

el siguiente es el bosc, huevo curado con agua de mar, alcachofa a baja temperatura, palomitas de calçot, plato donde el binomio huevo-alcachofa es una apuesta ganadora el único pero del plato fue que la gema del huevo llego sólida a proposito para aportar mas matices de textura y creo que si hubiera llegado liquida el plato rozaría el excelente, mi ideal para este plato hubiese sido un huevo cocido a baja temperatura con un baño de agua controlado a 65 grados durante 33 minutos

terminamos el bloque con l'esmorzar al llit, unos mini bocadillos de nocilla, recuerdos de infancia cuando comía en fiestas de aniversario pan bimbo con nocilla y cortados por la mitad, en realidad era un bocadillo de trompetas de la muerte y la Coca-Cola un consomé de setas, el consomé estaba muy rico pero el bocado de trompetas de la muerte resulto insulso y falto de gracia, recomendaría hacerlo con morcilla que junto con el consomé creo quedaría genial y el juego visual de bocadillo de nocilla quedaría igual o mezclar las trompetas con alguna butifarra negra para darle potencia

 

comenzamos con el segundo bloque (aire) traen la sopa de piedra, en un bol llega lo que parece realmente una piedra, está muy bien lograda, la piedra está hecha de crema de palomitas, hígado de pato macerado al calvados y manzanilla y unas aceitunas negras estofadas con vino tinto y encima le echan un caldo de senderuelas, la única pega que le encontré al plato es que mientras tienes todo lo del interior de la piedra esta genial pero se termina y entonces queda solo el caldo y el plato se queda llano, porque no añadir algunas setas tipo champiñones, níscalos.... por el lado de la piedra? o servir un cuenco aparte con micro verduras para que cuando se termine la piedra darle una nueva dimensión al plato?

 

 

panellets de la segona oportunitat, es una sardina a baja temperatura con un pesto de manzana al horno, pistachos y tomillo, un parmentier de chirivías con garnacha blanca y mini rocas de tomillo, al protagonista que era la sardina no le restaba protagonismo ningún elemento, muy bien

 

 

 El siguiente bloque el vent, nos traen la paella de gamba roja, roja, un platazo aunque porque no servirlo en una mini paellita de las típicas negras como las del paellador para reforzar el juego visual, reducción de jugo de las cabezas, trozos de gamba atemperada, coral de vino tinto, frutos rojos liofilizados y arroz inflado con polvo de remolacha que traen en un tubo a parte para ir añadiendo al gusto, plato de un nivelazo que perfectamente podríamos encontrar en grandes estrellados del país



El bloque de la tormenta llega según cuenta la leyenda con esta representación del Tibidabo coronada la cima con una reducción de vino tinto con su quiosco con pipas y quicos y con unas bolsitas comestibles de obulato rellenas de uva acida con polvo de vinagre y sal

 

 luego en un cuenco tapado con un gran corcho para mantener la temperatura del pato cocinado a baja temperatura perfecto en cocción, cogías el pato con unos palillos lo mojabas en la reducción de vino tinto y luego en la mezcla de pipas y quicos y en la boca todos los ingredientes encajaban y estaba muy rico, aunque de un desacierto sale un gran acierto, me explico, la bolsita con la uva era para que en el momento que el comensal quiera se la tome y en teoría al siguiente bocado una montaña rusa de sabor tendrías que notar, no fue así sin embargo sí que hizo la función de reset del paladar y refrescarlo entre bocados de pato, es un acierto porque sin este reset quizás el plato hubiese terminado siendo empalagoso por la reducción de vino tinto, pero al ir haciendo el reset el plato termino siendo muy bueno y agradable de comer

 

Después de la tormenta siempre llega la calma, en este caso los postres, el primero un falso niguiri muy currado que al comerlo daba la sensación de comer un turrón de yema, buen matiz gustativo aportado por el amaretto, como no pedimos cafés no sé si hay petis, pero si no los hay, porque no guardar esta genialidad a modo de peti para los cafés

 

Terminamos el menú con un gran postre, en esta urna de cristal que recuerda donde estaba la rosa de la bella y la bestia y dentro esta manzana de la blancanieves, por un momento nos transportamos al mundo mágico de Disney

Els contes d'abans d'anar a dormir, Mousse de mojito, after eight, stracciatella de chocolate negro con resina de pino,hoja de menta sobre una tierra de algarrobas y corazón liquido de mojito, un servidor que no es muy amante de lo dulce y los postres este postre le encanto, es tan bueno como bello, estuvo fresco, ligero, vamos todo lo que me gusta de un postre aquí lo encontramos, genial terminar el menú como lo comenzamos, con un platazo