El restaurante tapies se encuentra dentro del complejo
realais chateux de Castellciutat en la Seu d'Urgell, un hotel impresionante con
un trato exquisito donde desconectar de la urbe y relajarte, altamente
recomendable este hotel, su personal es encantador y te tratan de lujo, tienen
dos restaurantes el Katia y el tapies, este último con pretensión de conseguir
estrella según Michelin así que reservamos mesa y nos dispusimos a probar su
menú degustación a 85 euros. La sala tiene un montaje elegante y con unas
vistas impresionantes a la sierra del cadí.
Para empezar nos traen una crema de marisco como aperitivo, buenísima, empezábamos muy bien
Bacalao y tomates confitados con ensalada, patatas, aceitunas y vinagreta de trufa donde la presencia del bacalao es anecdótica o casi inexistente, y las vinagretas o aceites trufados quedan muy bien como nombre pero "esto es un apunte personal" no aportan nada al plato en cuanto a percepción de trufa o sea que de nombre están muy bien pero al final lo de trufa es solo un bonito nombre
Foie gras mi-cuit con gelatina de mango especiado y pan de brioche artesano a las flores de tomillo este plato nada que ver con el que se puede ver en la fotografía de su página web, aquí un simple taco de foie enorme y muy bueno eso sí y la gelatina y el pan presentado de una forma poco trabajada
Vieiras a la plancha con corazones de alcachofa, crema de panceta ahumada y aros de cebolla, viera y alcachofa una apuesta segura, la vieira un poco pasada de cocción
Espalda de cabrito ecológico sin hueso al horno de piedra, quinoa salteada con naranja y piñones, aquí si estaba excelente la carne un punto perfecto de cocción y muy buen sabor como tiene que ser en un sitio de montaña, me fallo el acompañamiento que no me gusto
Selección de quesos artesanos del pirineu, un carro enorme con una gran variedad de quesos, para los amantes del queso no se lo pueden perder
Frutas frescas con granizado de jengibre y lima, sorbete de frambuesas y gelatina de menta, lo que sería una macedonia, un plato excesivamente grande para un postre
Cremoso de chocolate negro con pan, aceite "DO siurana" y sal al aroma de naranja un postre clásico de la zona pero con una muy buena reinterpretación
Los petis llegaron en este tronquito hecho plato
en definitiva, tienen mucho que mejorar si quieren la
estrella, el menú con altibajos y la presentación de los platos falta
trabajarla mucho, el precio por 85 euros tendrían que dar algo más en producto
que justificara ese precio, no solo el lugar y el entorno es suficiente además
tiene que ofrecer algo más, lástima porque un hotel así solo le faltaría una
experiencia culinaria de excepción para que fuera un lugar de peregrinaje no
solo para los que busquen relax sino para los que también buscamos una
experiencia gourmet.
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