En nuestro viaje a Praga quisimos descubrir uno de los 2
restaurantes estrellados que hay, nos decantamos por el Alcron dentro del hotel
Radisson Blu, el restaurante es pequeño con tan solo 7 mesas y una sala art
deco muy bonita, la sala llevada por dos camareros que ofrecen un servicio de
alta escuela, y el chef con una larga lista de premios y reconocimientos. La
carta ofrece la posibilidad de elegir entre menús de 3 a 7 platos con precios
entre 1100 y 1900 coronas (45 y 75 euros más o menos) que podéis consultar en
su página web, el menú se configura al gusto teniendo para elegir entre unos 8
platos fríos, 10 calientes y 6 postres más un postre especial con suplemento de
150 coronas (6 euros), me gustó mucho la idea de tener muchos platos para
configurarte el menú a tu gusto incluso si vienes varios días puedes comer
platos diferentes, he de decir que este restaurante tiene una merecidísima
estrella tanto por servicio como por el nivel de la comida que no bajo ni una
pizca el nivel de los platos y lo mejor de todo a unos precios muy
interesantes, como curiosidad nos trajeron la carta pero solo la mía tenia
precios, las mujeres se la dan sin precios cosa que llamo la atención y que
quizás a alguien puede resultar molesto.
Nosotros nos
configuramos un menú de 7 platos más el postre especial
Para empezar nos trajeron 4 tipos de mantequilla, de
izquierda a derecha: clásica, de plancton, a la sal y de chili, la de plancton
un sabor muy potente a mar, la de sal con ese toque salado que le iba genial y
la de chili con un sabor ligeramente picante
6 variedades de pan distinto
La carta de vinos con precios un tanto elevados menos en los caldos checos, como no conocíamos mucho de los vinos checos nos dejamos aconsejar por el sumiller que nos ofreció este brutal horak vrbice (sauvignon blanc) 2012, 750 coronas unos 30 euros, un vino que gusto mucho y que aguanto toda la comida estupendamente, bien por el sumiller
Luego llego un amouse bouche: trucha ahumada, un aperitivo buenísimo preludio de lo que iba a ser una excelente cena, perfectamente ahumada y con un sabor potente
Sashimi de atún con tapioca, daikon y mahonesa de perejil,
platazo en el que venía con tres rollitos tipo sushi siendo el envoltorio atún
y el relleno perlas de tapioca y daikon con tartar de atún, una lámina de atún
con una fila de perlas de tapioca y daikon que si eres un poco hábil puedes
realizarte tú mismo un canelón buenísimo, en medio encontramos una mousse de
wasabi, me encanto que los pegotitos no fueran simplemente decorativos sino que
tenían un sabor agradable a perejil que estaba genial con el atún, lo único que
encontré un poco engorroso fue el hecho de que me pusieran un rollito en una
ala del plato ya que resulta un poco incómodo de comer
Cigala noruega asada con alcachofas y caviar de trucha arco iris, sencillo pero bueno el conjunto cigala-alcachofa
Variación de foie gras de pato con mermelada de vino de
Oporto y gelatina de amaretto, otro gran plato que venía con una enorme
rebanada de pan "tipo bimbo" tostada en un platito, en el plato
principal un enorme foie con capas intercaladas de gelatina de vino de Oporto,
bizcocho de foie y una rueda de foie rebozado, una vez más con pegotitos de
mermelada de vino de Oporto que aportaban algo más que pura estética, gelatina
de amaretto y unas frambuesas
Vieiras asadas con puré de zanahoria con azafrán y zanahorias asadas, 2 vieiras con un velo de bacon crudo
A golpe de soplete soasan el bacon delante del comensal, mientras lo hacían pensé que las vieras al aplicarles ese calor quizás se pasarían de cocción ya que la vieira admite un tiempo muy corto de cocción y esa sobre temperatura quizás les perjudicaría, me equivoque, la vieira estaba en un punto perfecto de cocción, el bacon también perfecto en punto les iba muy bien y la zanahoria tanto en puré como asada lograba que los diferentes sabores estuvieran muy bien integrados
Falda de vaca de estados unidos y su hombro con el glaseado de miso y te de jazmín ahumado con puré de patatas, un plato que por sí solo estaba muy bien pero que al salsearlo se convirtió en un plato excelente, la carne poco echa y con una croqueta partida de la misma
Y antes del postre tomamos pechuga de pichón,confit y el hígado con chalota braseada y moras, otro plato que ganaba al salsearlo y que tanto de este como del anterior pudimos disfrutar mojando pan en la misma, el pichón de sabor bueno y también como en todo el menú en su punto perfecto de cocción
Elegimos el postre pintado, un postre en el que el pastelero prepara delante del comensal, este es el carrito con el que preparara el postre
Sobre una enorme lámina de cristal va elaborándolo delante
del comensal
El resultado final impresionante, un postre que no le
faltaba de nada y que justifica de sobras el suplemento pagado.
No pedimos cafés y por lo tanto no nos trajeron los petis
aunque creo que deberían haberlos puesto igualmente ya que es lo que suele
hacerse, tampoco nos importó estábamos perfectamente llenos y el postre nos
había dejado ya suficiente satisfechos de dulce.
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