Nuevamente me dirijo al barrio de Sants para acudir al
RESTAURANTE UMA, o como ellos lo definen espacio gastronómico, sus propietarios
Iker (chef) y Anna (dirección) han sabido crear un espacio único donde se dan
todos los ingredientes para ser un lugar donde disfrutar plenamente de una
buena experiencia gastronómica, Anna en la sala, simpática, atenta y agradable
sabe crear esa atmosfera que hace que los comensales estemos cómodos y
disfrutemos de las maravillas que salen de la cocina por parte de Iker, entre
los dos consiguen que entres de pleno en su juego y que disfrutes de la
experiencia gastronómica, UMA viene del swahili y significa tenedor aunque si
por mi fuera lo llamaría nyota que significa estrella, estrella que aunque la
guía roja no le dé yo sin duda tengo la sensación de haber disfrutado de un
gastronómico estrellado y es que he disfrutado más aquí que en algunos
estrellados.
UMA se encuentra en una zona donde es casi imposible aparcar
así que si acudís en coche os recomiendo aparcar en un parquing que hay muy
próximo, sobretodos si podéis os recomiendo llegar unos 10 minutos antes ya que
todas las mesas empiezan el menú a la vez, el local con tan solo 5 mesas hace
que sea imprescindible reservar, las mesas con un buen espacio entre si hace
que tengas esa intimidad necesaria para poder hablar sin oír ni ser oído, la
carta es un menú degustación sorpresa que tan solo cuesta 65 euros y digo tan
solo porque después de todo lo que comimos es muy difícil encontrar un sitio en
Barcelona que ofrezca esa calidad, creatividad y producto, la carta de vinos
con unas pocas referencias de calidad pero las justas para poder disfrutar del
menú, sobre todo por sus precios que no solo no duplican precios sino que
incluso en algunos casos esta más económico que los precios en tienda, todo un
lujazo la verdad, con precios entre los 15 y los 40 euros aprox.
El menú se divide en
6 actos y aunque en ocasiones critico este tipo de playfood, eso solo lo hago
cuando el juego propuesto al comensal no aporta a lo que para mí es lo más
importante la comida, sin embargo aquí la comida es el auténtico protagonista y
todo juega en favor de esta por lo que este tipo de playfood sí que lo
aplaudiré ya que si suma bienvenido sea, en este punto y si tenéis intención de
ir próximamente os recomiendo no seguir leyendo ya que el factor sorpresa es
parte de la experiencia aun y así si tenéis curiosidad pues podéis ver las
maravillas que degustamos.
ACTO I - la cocina
En el primer acto Anna te lleva a la cocina donde Iker está
esperando para presentarse y explicarte un poco en qué consistirá la
experiencia y de paso ofrecerte 3 aperitivos
Pizza, bocado que sabía a lo que prometía
Olivas, se trataba de una oliva esférica y zumo de piparra y
cerveza que no era tal sino un piña colada distinto a base de cocktail de piña,
maracuyá, vodka y coco
ACTO II - los snacks
en este segundo acto volvemos a la mesa donde nos traen el
sur, que era una torta de camarón, yuzu, mayonesa de plancton, semillas de
cilantro y pimentón, quizás la tortita estaba demasiado frita aunque eso no
afecto al conjunto donde los sabores estaban muy bien integrados
ham-on, una croqueta de jamón rebozada en panko y su consomé
servido en una mini botellita de refresco, tengo que decir que después de pegar
un bocado a la croqueta le pegabas un sorbo al consomé y este potenciaba el
sabor de la croqueta, en definitiva formaban un maridaje perfecto
Stone town, "patatas bravas" con salsas
especiadas, unas patatas recubiertas con arcilla comestible que pasan
desapercibidas con las piedras de verdad, no desvelare las 4 salsas para que
vosotros adivinéis de que son
Junto con las patatas bravas también te proponen si quieres
ver, oler y preguntar sobre las especies que son originarias de Stone Town,
Stone Town es la ciudad de las especies y se encuentra en Zanzíbar
ACTO III - la migración de los patos
El foie por las nubes, nube de algodón de azúcar, foie
mi-cuit y trufa en juliana, hacía mucho tiempo que no me sorprendían con un
foie y este la verdad que sorprendió gratamente, al tenerte que acercar la nube
a la boca para comerla se notaba el aroma de la trufa y era un bocado excelente
Ovo, una vez terminabas el foie abrías la piedra y dentro
estaba un huevo a baja temperatura con setas salteadas "ceps", en
crumble y en crema, menudo acto que ya solo por este justifica una visita a UMA
ACTO IV - el mar
Love soup, sopa de gambas, coco, lima, cilantro y jengibre,
un dim sum relleno de gamba entera y regado con una sopa de su coral, combinación
de ingredientes que funcionaba perfectamente en boca
Ocean, vieira con falso risotto, una enorme viera en un
punto perfecto de cocción sobre un falso risotto de plancton que en lugar de
arroz eran lágrimas de pasta
ACTO V - la tierra
Sam jang de panceta ibérica, menta y cilantro, bocado que aquí
un servidor disfruto por su equilibrio entre la salsa picante y el frescor que
le aportaba la menta y el cilantro y aunque yo lo disfrute mucho tengo que
decir que no es un bocado apto para todos los paladares así que quizás antes de
servir este plato preguntaría en el primer acto sobre si gusta el picante y
para los comensales que no lo toleren mucho les pongan una versión menos
picante o por lo menos menor cantidad de salsa
Dry aged, ternera curada con sabores ahumados y trufa,
platazo donde la carne marcada por fuera y rosadita por dentro sobre un trozo
de "calçot" y cubierto por láminas de trufa fue el ultimo platazo del apartado salado
ACTO VI - los postres
Green Day, guisantes baby y encima dos bolas de coco,
chocolate blanco y plancton, tenías que coger guisantes con la bola y comerlo
todo y aunque no es muy normal encontrar guisantes en un postre, nuevamente me
quite el sombrero al comprobar que los sabores encajaban a la perfección
Para terminar nos trajeron caramel, cubo de tofe con helado
de cacao y avellanas, postre que nos condujo a un fin de fiesta perfecto
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