RESTAURANTE DOS PALILLOS Albert Raurich en Casa Camper (Barcelona)

Nuevamente le toca a otro de los ex del Bulli, en esta ocasión se trata de Albert Raurich y su restaurante Dos Palillos galardonado con una estrella michelin situado en el centro de Barcelona, Raurich formo parte del Bulli durante 11 años donde 6 como jefe de cocina, fue durante un viaje de esos que se hacían en esa época en el Bulli a Nueva York donde Raurich le comento a Ferrán la idea de abrir un restaurante donde comer dim sums de calidad a lo que Ferrán le contesto que presentara el proyecto, entonces Albert Raurich junto con Camper abrieron Dos Palillos, Ferrán Adrià viene cada cierto tiempo para ir probando los platos y asesorar sobre los mismos, el restaurante cuenta con una barra asiática donde puedes ver a los cocineros preparas las elaboraciones delante tuyo, la idea está bien pero la encuentro algo incomoda cuando se trata de comer más de 2 personas por la dificultad de mantener una conversación cómodamente, también disponen de 2 reservados con una mesa larga para los que quieran sentarse en mesa, lo único que no me gusto fue el tener que compartir la mesa con gente aunque en su favor diré que dejan la suficiente separación como para que no de la sensación de compartir mesa, el restaurante es de corte asiático con fusión mediterránea y disponen de carta y 2 menús, menú dos palillos (75 euros) y menú festival dos palillos (90 euros) donde se diferencia en el número de elaboraciones que se toma, me gustó mucho el hecho que de cada pase del menú no fueran una única degustación sino que pudieras tomar dos o tres bocados iguales, me parece todo un acierto, como critica diré que casi todo el menú lo tienes que degustar con palillos solo que estos al estar barnizados y por la complexión de algunos platos se hacía incomoda la degustación por que se resbalaban los alimentos, si lo dices te traen unas pinzas que van algo mejor pero sugeriría que a los torpes como yo les diesen la posibilidad de comer con cubiertos, la carta de vinos corta y con vinos que tienen precio X2 valor en tienda, si quieres puedes pedir que te realicen un maridaje de sakes que a quien le guste es una opción muy interesante y que en pocos sitios en Barcelona lo hacen, el servicio agradable aunque eche en falta alguna explicación más detallada de algún plato, también note cierto disgusto de algún camarero, se sabe que en la hostelería los hosteleros explotan tanto a camareros como a cocineros haciendo jornadas interminables donde gobierno y sindicatos miran hacia otro lado provocando que gente que ama la profesión en muchos casos acabe quemado y amargado, pero ese mal nunca deberían hacérselo notar al cliente quien acude a estos restaurantes y pagan religiosamente sus cuentas para disfrutar, tampoco me gusto que no te den la minuta y te ofrezcan enviártela por mail porque lo que suele pasar es que o no la envían y tienes que reclamarla o es incorrecta.

 
MENÚ FESTIVAL DOS PALILLOS

 
 Canapé crujiente de tuétano, primer bocado agradable
 
Un poco más flojo fue la mojama de salmón maridada con sake
 

Pero rápidamente remontamos con este platazo, nenúfares thai de corteza de jamón
 

Pescaditos atrapados en la red, eran unas quisquillas que resultaban adictivas como las pipas
 
 
Hojitashi de "espardenya" este es un claro ejemplo de lo comentado con los palillos, aquí se hacía realmente incómodo y te dificultaba la degustación completa del plato que por cierto estaba buenísimo con el sabor sutil de la espardenya distinto a como se está acostumbrado
 
 
Ensalada de alga còdium, era el alga regada con un aceite de pimiento del padrón, plato que no me gusto por lo amargo del conjunto
 
La sardina que quería ser anchoa, se trataban de unas sardinas curadas en un aceite de anchoa que ellos mismos elaboran
 
Brutal el sashimi de ventresca de atún con mentaiko casero, plato que solo de ver el aspecto del sashimi se me hacia la boca agua
 

Naresushi de lubina, venía con una salsa de arroz fermentada y con toques ahumados, la unión láctica con el ahumado le sentaba genial
 


original estuvo el sushi de erizo servido dentro del mismo caparazón, me pareció genial lo único que tendrían que buscar alguna manera de poner el wasabi mas repartido porque depende lo que cogías el bocado se volvía rabiosamente picante, fuera de eso estaba muy bueno
 
Yuba-mochi de soja, eran unos raviolis con piel de nata de soja, edemame y una salsa de soja fermentada, es el mejor plato de soja que he comido sin duda
 
El siguiente nos lo presentaron como un plato que se sirvió en su día en el Bulli con alguna variación, soja en 3 colores y también añadiría en 3 texturas, una quenelle helada de soja, salsa de soja añeja, edemame y su praliné
 
Platazo las gambas crudas-calientes con aceite de té negro, pedazo de producto estas gambas de Palamós que tenían las cabezas entibiadas y el cuerpo crudo regado por un aceite de té negro
 
Noumifu de sesitos de cordero, venían con una tempura elaborada con harina de arroz y con esa especie de sofrito encima que hacían que fuera un bocado muy goloso
 


  En dos canastillas para cocinar al vapor llegan dos brutales, por un lado el xiao long bao que son unos dumplings de cerdo ibérico

Y por otro lado los shumai de cangrejo real, buenísimos también
 
A partir de aquí el menú va bajando y empieza con la nippon burger, una mini hamburguesa de pan al vapor de vaca gallega, bocado fresco y de sabores más calmados que los anteriormente
 
El tataki de buey venía con una salsa con un huevo de codorniz dentro de un bol que tenías que removerlos junto con miso blanco, soja y especies que aunque estaba bueno preferí comerme la carne al desnudo
 
Empezamos el apartado dulce aunque en Dos Palillos de dulce poco, el kakigori de yuzu, un escarchado con sabores ácidos/picantes que lo único que reduciría la cantidad de escarchado ya que se hace excesiva
 
 El coco estilo tailandés fue el mejor postre, mogollón de matices picante/acido/dulce postre que me sabio a poco de lo bueno que estaba, después de los dumpling el único bocado a la altura del resto




Helado de jengibre con corteza caramelizada, por separado el helado no era gran cosa y las cortezas serian más propias de un snack pero resulta que al tomar la corteza junto con el helado notabas el contraste dulce/acidopicante que en conjunto funcionan muy bien
 
Para terminar y el único bocado dulce fue el nigyo yaki de chocolate que era como un buñuelo relleno de chocolate muy goloso

 

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