EL GRAN FESTÍN DE CAN JUBANY (Calldetenes)

Me dirijo de camino por la C-25, tomo la salida de Calldetenes y en plena rotonda, si parece raro pero en la misma rotonda encontramos uno de los templos gastronómicos del país, hablamos de Can Jubany, una masía preciosa donde al aparcar puedes ver un huerto que utilizan para la elaboración de algunos platos, dirigiéndonos hacia adentro podemos ver una cristalera y dentro un equipo de jóvenes cocineros trabajando a la vista de los que llegamos, la masía por dentro es impresionante, rustica pero a la vez moderna y elegante, a estas alturas sabréis que su cocinero es NANDU JUBANY y esta su casa madre, en anteriores posts ya os hable de su rama de catering Jubany Events donde toda celebración que realizan no dejan indiferente a nadie, también de asesoramientos varios y hasta de su proyecto más internacional en Singapur  que donde próximamente ampliara con un par de aperturas más, recientemente también un chiringuito en la paradisiaca Formentera y ante tanto ajetreo algunos podrían pensar que podría dejar descuidado su gastronómico, de ninguna manera porque según pude comprobar se me antoja como uno de mis restaurantes favoritos del país, su secreto? pues rodearse de un equipo que como pude comprobar con la rama de càterings se desviven y ponen toda la pasión y esto es aplicable a cada uno de los proyectos que el personalmente atiende sin parar, trabajo, pasión y buen hacer seria el resumen de que todos estos proyectos brillen con luz propia, pero vayamos al que hoy nos ocupa que es Can Jubany, empezare hablando de su carta, que se divide en 3 menús de degustación y carta, según tengo entendido se cobran suplementos por servicio de agua y otro por aperitivos y petit fours, siempre critico estos tipos de impuestos por el sabor agridulce que suelen dejar al ver la cuenta, al menos en los menús de degustación ya tendrían que ir siempre incluidos para evitar estas sorpresas en la cuenta final, hoy no os hablare de precios ya que no he visto la carta por ir con un ticket regalo pero en su página web podéis consultarlos y además está actualizada, la sala capitaneada por Anna Orte, mujer de Nandu, funciona como si de un reloj de precisión se tratase, Anna se preocupa de que todo salga perfecto y se preocupa de que estés lo mas agusto posible, el servicio de sala hace un gran trabajo y es que me encanta los buenos servicios y aquí apenas pude ver fallos, en cuanto a la comida tengo que decir que nandu está en uno de sus mejores momentos, practica una cocina catalana moderna, visualmente es muy bella pero no artísticamente (entiéndase por artística una cocina como la de quique da costa) es bella gastronómicamente o sea que ves el plato y todo lo que ves es perfectamente reconocible y tiene un aspecto muy apetitoso mostrando el producto en todo su esplendor, pero sobre todo me gustaron las raciones del menú ya que eran lo suficientemente grandes como para quedar satisfecho con lo degustado pero lo suficientemente pequeños para poder terminar el menú,  tengo que decir que incomprensiblemente solo tienen una estrella de la guía roja, digo solo porque tanto el entorno, el servicio de sala y la comida bien merecerían una segunda estrella. 

El gran festín de can Jubany
 Empezamos con el homenaje al cerdo, un trio de aperitivos compuesto por corteza crujiente


 
Su ya clásica y de elaboración propia longaniza
 
 
Y crujiente de careta, realmente todo un homenaje que gran comienzo
 
 

Luego traen el huerto en la mesa, compuesto por zanahoria y remolacha plantada sobre una tierra de olivas que recogen de su propio huerto
 

Como último bloque de aperitivos llega la ensalada waldorf, un disco de manzana osmotizada y con un trocito de escarola y nuez encima y el bombón de gazpacho, una bola de manteca de cacao rellena de gazpacho, un bombón brutal del que me comería una docena de lo bueno que estaba y es que bueno, rico... serán adjetivos frecuentes a lo largo de todo el menú
 

después de probar hace unos años la esferificación de aceituna de los Adrià pensaba que nunca más probaría un bocado de estas más bueno, no fue hasta que comiera el año pasado en el disfrutar donde me sirvieron lo que yo llamo la versión 2.0 de la esferificación de los Adrià, se trataba de una aceituna hecha con una fina capa de manteca de cacao que al morderla explotaba y dejaba el jugo de aceituna en tu boca, imposible sorprenderme más con una aceituna pero entonces llegaron las olivas arbequinas en estado puro, en un plato traen 4 aceitunas hechas con manteca de cacao y rellenas de una olivada casera de aceituna de arbequina, en el plato también unos huesos comestibles, porque no poner los huesos dentro? una hojita de olivo y encima lo riegan con un chorrito de aceite, estaban brutales disfrute muchísimo este plato y luego continué mojando el pan
 

Pan que según me dijeron creo que provenía de santa Eulalia y estaba a la altura de los servidos en otros sitios por tritticum
 

Empezamos el primero de los platos con su clásica coca de foie con manzana caramelizada y ensalada de contrastes, la mejor coca que he comido hasta la fecha
 

Ensalada de "espardenyes", habitas, ajos tiernos y jamón ibérico, platazo donde las espardenyes venían rebozadas y sin rebozar, unas habitas de primerísima calidad, plato redondo donde todos los elementos espardenya-jamón-habitas conjugaban a la perfección entre si

 
Los Espárragos blancos con crema de jamón ibérico y achicoria fue el plato más contenido del menú
 

Otro de los clásicos fueron los canelones de pollo asado con rebozuelos a la crema, brutales como no podía ser de otra manera gracias a su paso por el gran Carles Gaig, no suelo comer pan en estos menús tan grandes para poder terminármelos bien pero aquí no pude resistirme a rebañar hasta la última gota de bechamel
 

entonces llego un plato que es pura lujuria, Huevo de pintada sobre puré de coliflor, ostras, tuétano de ternera y caviar imperial, mi mujer y aquí un servidor tenemos un ranking de los mejores platos comidos y aunque para mí el mejor es  el Carpaccio de Pasta, Piquillo e Ibérico con Setas y Parmesano de Akelarre mi mujer elevo este a su número uno, casi nada, en cualquier caso está en mi top 5, solo este plato ya justificaría una visita a Can Jubany, un puré emulando la clara del huevo en el centro la yema de huevo sobre este ostra cortada a trozos, el tuétano repartido y una buena cantidad de caviar y para aportarle algo de crujiente unos picatostes,  lo remueves todo y bocado en boca te viene el sabor de la ostra al que acertadamente pierde parte de su salinidad probablemente por el contraste del huevo con el tuétano, al terminar este plato orgásmico nuevamente no pude resistirme a mojar el pan hasta dejar el plato bien limpio, pedazo de mar y montaña
 

Aunque el Arroz verde de espinacas con tripas de bacalao y verduras del huerto a priori no me llamaba mucho la atención tengo que reconocer que estaba bueno aunque eso si después de este uno ya empieza a sentirse algo saciado
 

Suquet de gamba de Palamós, una gamba XXXL con unas perlas de patatas algo subidas de azafrán en sabor, plato que fuera de la gamba que estaba brutal quizás habría que rebajarle ese sabor a azafrán de las patatas y potenciarles más el sabor a suquet, también se hubiera agradecido que al llamarse suquet te pusieran más cantidad de este y recomendaría marcar una cuchara con este plato para poder tomar el suquet porque aunque tenía la tentación de rebañarlo con el pan no lo quise hacer porque aún quedaba menú y no podría terminarlo
 

con Nuestra versión del "fricandó" con berenjena, tuve sentimientos encontrados, para mi fricando es sinónimo de plato con bastante salsa para mojar pan, aunque llegados a este punto casi lo prefiero así porque el pan ya lo había censurado a estas alturas, una carne de ternera cortada a laminas finas y macerada, se agradece este corte porque si en este punto me llega un taco de carne con lo lleno que estada me hubiese entrado el agobio, aunque los sabores los pude reconocer quizás no lo llamaría fricando, la berenjena frita para mí era prescindible no me aportaba nada al plato 
 

Luego llego el carro de quesos catalanes
 

Nos hicieron una selección según nuestras preferencias y nos los ordenaron para favorecer la degustación de menor potencia a mayor, es de agradecer el conocimiento de estos y lo bien que nos lo sirvió la camarera tanto por las raciones como por las recomendaciones, nos servía los que quisiéramos pero aún nos quedaba el festival de postres y le pedimos que no nos sirviera mas
 

Nuestra versión de la Piña Colada fue junto con el último los que más nos gustaron
 

Gelée de cereza con bizcocho de frambuesa y sorbete de maría luisa
 
 
Reseteamos el paladar con el postre de flor de sauco y manzana acida
 


 

Sopa de fresa y tomate con helado de queso fresco y reducción de vinagre, curiosas las fresas albinas de sabor muy dulce 
 

Ahora le tocaba el turno al baba al ron pero como no nos gustan los babas muy amablemente nos lo cambiaron por este chocolate con pan y aceite y menos mal porque fue la mejor manera de terminar
 

el carro de las infusiones espectacular, las cortan a gusto del comensal y las infusionan, mas fresco imposible







 
 
 


 
 
 
 



 


Para terminar llega la caja de las dulces locuras, presentan una caja de madera cerrada y al abrirla como si de una cajita de música se tratase encontramos varios petit fours de los cuales puedes hacerte una selección de los que quieras
 

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