después de visitar
todos los locales en los que interviene JORDI VILÀ, solo me faltaba para cerrar
el círculo acudir a conocer la casa madre o lo que es lo mismo el nuevo Alkimia
que cuenta con una estrella Michelin, digo nuevo porque después de que echara
el cierre en la calle industria, un año después lo reabre anexo a la FÁBRICA MORITZ, cuando llegas a la ronda sant Antoni nº 41 no encuentras ningún
restaurante, solo un portal pero al mirar el telefonillo encontramos un botón
en el que pone Alkimia, llamamos y nos abren, entonces subimos un piso y
entramos al restaurante, la decoración sin duda no dejara indiferente a nadie,
pasamos por debajo de un esqueleto imagino de ballena y las costillas de esta
sirven de separación para crear 2 ambientes, por un lado Alkimia unplugged y en
el otro Alkimia, la cocina es vista por lo que uno puede ver cómo le rematan
todos los platos, reconozco que me encanta ver como preparan las maravillas que
salen de la cocina pero sobre todo me gusta mucho ver que el chef se encuentra
en el restaurante y sobre todo trabaja en los platos que salen, algunos
pensareis que es lo normal pero no es tan frecuente como debería ser os lo
puedo asegurar
un problema que suele
suceder de este tipo de cocina vista es el riesgo que la sala se invada de un montón
de olores, sin embargo aquí no hubo ningún olor que llegara a sala, un momento
llego un olor a brasa pero fue un pequeño momento y supongo que solo lo notaríamos
nosotros por la cercanía del josper y tampoco me importa al contrario me
encanta el olor a brasa no se "fa caliu", para comer tienes 2
opciones de menú el corto a 98 euros y otro más largo por 155 euros,
quiero puntualizar que lo llamo el corto pero os puedo asegurar que de
corto no tiene nada, he estado en muchísimos gastronómicos donde su menú largo
era más corto que este, los menús se diferencian aparte de por el número
de platos "creo que el largo tiene unos 4 más" también por los
productos, por ejemplo para el de 155 euros vi pasar percebes, espardenyes....
vamos que el producto usado es algo más exclusivo y caro de ahí ese precio, también
se puede comer a la carta si uno lo prefiere, nosotros como era para cenar escogimos
el menú de 98 euros que consta de 8 platos y 2 postres, tengo que
decir que el menú fue impecable y no bajo el nivel ni una pizca en ningún
plato, que nadie espere pirotecnias absurdas ni elementos embellecedores para
adornar los platos y hacerlos más vistosos, aquí ahí cocina, mucha cocina
y en todos los platos el protagonista era el producto principal y en
ninguno había un secundario que restase protagonismo al producto
principal, la carta de vinos no la vi ya que fui invitado y me eligieron
el vino, el vino elegido fue un blanco francés perfecto para acompañar
todo el menú, no dudéis y dejaros aconsejar por la sommelier, en cuanto al
servicio de sala un servicio joven, simpático y profesional, de echo cuando
llegas a la mesa esta se encuentra desnuda y la van montando a medida
que empiezas el menú, también me gustaron detalles como que no trajeran el
pan hasta el tercer o cuarto plato o pese a que no teníamos acceso a la botella
de vino, en ningún momento nos faltó vino en la copa, veamos que dio de sí el
MENÚ DEGUSTACIÓN
no hay snacks, el menú
empieza directamente, conozco quien no le gustan los snacks y también conozco a
quien le encantan que hayan muchos, en mi caso si me gusta que haya algún snack
aunque sea 1 o 2 pero eso si bocados de esos que cuando los pruebas te cae una
lagrimita y empieces el menú ya con subidón, bueno a lo que vamos, el primer
plato fueron los tomates cherry, marinados, curados, macerados con vinagreta de
queso fresco, se nota la calidad del producto, tomates con sabor a tomate pero
del bueno, uno de estos tenia ralladura de raifort encima, este plato es
perfecto para empezar, aunque no me gusta la coliflor, aquí había unos trozos
duritos "raw" diría que estaban encurtidos y descubrí que así sí que
me gusta la coliflor
El bonito con
escabeche de pimiento amarillo y arengada recordando un ají amarillo, también
estuvo impecable, llevamos 2 platos y me encanta empezar los menús con
estos sabores ácidos, picantes, avinagrados, me estimula las papilas para
el festival que está a punto de llegar a la mesa
Todos soñamos con una
vida de lujo y derroche, eso sentí cuando llego el tartar de cigala, gamba,
pescado y caviar, como veis en la foto una ración muy muy generosa de
caviar, venía con una mahonesa de plancton pero que no le hacía nada de
falta de echo me lo comí todo casi sin tocarla, mientras comes el
tartar llega el bocatto di cardinale que es la cabeza de la cigala
y por si no tenías suficiente, mas caviar sobre esta, casi no hemos
empezado el menú y ya tenemos la sensación de que el precio es muy bueno
teniendo en cuenta el derroche "en el buen sentido de la palabra" de
productos de calidad mezclados con más productos de calidad que llegan a la
mesa
El nivel sigue
subiendo hasta llegar el primer platazo de la noche, la coca de buey de mar con
flor de calabacín y gelée de rabo de toro y mora
Llegue al
orgasmo con los chipironcitos rellenos de anemona y butifarra negra con
garbanzos de patata y picada liquida, los garbanzos eran unos gnochis de patata
con forma de estos, también llevaba piel de congrio y las patitas de los
chipirones fritas, buff!!! Estaba brutal si vais no dudéis en pedirlo, fue sin
duda el mejor plato de la noche
En la carta reza como
plato de pescado salvaje, en esta ocasión era lubina, venía con un velo de
acelga nada raw y crema de trufa negra al vino, el punto del pescado estaba
perfecto

otro platazo mas, el ravioli de pollo asado con crema de queso y caldo de asado, la pasta perfecta de cocción, el relleno brutal y el caldo para rematar el conjunto, este plato me recordó un poco en concepto a los agnolottis de Louis 1856, es más juraría que el caldo es el mismo
fuera de menú nos
sacan la langosta en suquet en pan y salsa de jengibre y jerez, lo único
que no me agrado del plato fue el suquet en pan, aunque probé medio bocado con
este y los sabores funcionan y el suquet de sabor es buenísimo el problema lo
tengo con la textura, no me gusta la textura blandengue del pan empapado, de hecho
no me gusta nada tipo babas al ron ni bizcochos empapados por lo
mismo, pero eso es algo personal mío, yo cortaría la langosta a discos y
encima le pondría el suquet o cortaría este trozo en 2 en horizontal y
encima pondría el suquet, aun y así disfrute mucho de la langosta y para el
99,9% de los mortales este será un plato orgásmico
Para terminar el
apartado salado te dan a elegir entre dos carnes, yo pedí el pichón con romesco
de montaña y prunas escabechadas, el pichón estará en el podio de los mejores
pichones de la ciudad, el romesco de montaña vendría a ser como una royal suya
Mi mujer se pidió la
oveja churra con crema de queso y berenjena a la brasa, nunca había probado la
carne de oveja y tengo que decir que sin duda hice bien en pedir el pichón, la
carne no me entusiasmo mucho la verdad
los postres siempre
me suele pasar que me parecen más flojos en comparación con el apartado salado,
el primero fue manjar blanco con fruta fresca "paraguayos"
y vino dulce, en estos últimos años he visto una tendencia a ofrecer fruta
fresca en grandes restaurantes, Carma Ruscalleda en su Sant Pau (3 estrellas
Michelin) tenía o tiene un postre de fruta fresca, Ramón Freixa (2 estrellas
Michelin) también tiene un postre simplemente también de fruta, yo que nunca
como fruta me parece estupendo siempre y cuando sea tan buena como la servida
aquí, además de ser un postre fresco sienta genial después de tanta comida algo
menos contundente, también demuestra que se pueden hacer buenos postres
con la fruta como protagonista, aquí venía con una crema dulce aromatizada en
canela, ralladura de lima (mejor un poco más) y el vino dulce en forma de gelatina
El ultimo postre
fue el milhojas de crema de avellanas y helado de especies, me gustó mucho los trocitos
de limón entre el milhojas
Como petis, un macaron
de chocolate, justo y necesario no hacía falta mas
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