Quieres viajar a Japón
sin salir de Madrid? pues Izariya es tu opción, pero desgraciadamente no puedo
recomendarlo con todo el entusiasmo que me gustaría, el restaurante no es el típico
japonés donde comer sushis y niguiris o no lo era aunque he visto que se están
viendo obligados a cambiar un poco a los gustos autóctonos quizás por llenar más
mesas, aunque sin duda su planteamiento originario kaiseki me parecía más
atractivo y a la larga podría haberse convertido en un japo de lo más auténtico.
Acudimos en turno de cena, no disponen de carta sino de 4 menús en los que se
diferencian a parte del precio del número de elaboraciones, los precios van de
los 45 del mas económico a 100 del más caro, nosotros tomamos el menú recomendación
al precio de 65 euros en el cual se describe los pases pero sin definir
claramente estos, en el resto de menús solo conocemos el nombre, menú kaiseki
(45euros), menú gastronómico (80 euros) y menú gourmands (100 euros)
he visto una
bajada en la calidad de los menús respecto a su propuesta original aunque también
ha habido de precios, se puede comer en la barra o en una de las 5 mesas que
tienen, en cuanto a la carta de vinos, disponen de una colección muy extensa y única
de sakes y con posibilidad de maridar el menú con estos, también disponen de
cervezas japonesas y vinos de aquí y de haya pero a precios un tanto
caros, aunque podría resultar atractivo todo esto no puedo
recomendarlo por 2 motivos, la lentitud con la que salen los platos, no es
normal que un menú que en una hora tendría que estar listo dure más de 3 horas,
eso provoco que en toda la sala la gente estuviera deseando terminar para irse
de lo pesado y aburrido que se hizo y sobre todo por su metre, un metre que ni
se enteraba ni quería enterarse, suerte de una camarera que suplía todas las
carencias de un metre que no hacía más que hacer cagada tras cagada y repetir
los mismos fallos en todas las mesas, es incompresible que hayan metres que no servirían
casi ni para ayudante de camarero, suerte de una camarera que hacia
sobradamente bien su faena y su eficacia hacia que se notara menos la ineptitud
del metre, pasemos a ver pues que dio de sí el menú:
Empezamos con el
primer y único aperitivo aunque en la carta decía que serían 2, tofu de
calabaza, un aperitivo curioso y muy interesante de textura blanda por dentro y
el wasabi le quedaba perfecto al dulzor de la calabaza
en teoría le tocaría
el turno al caldo claro pero este no llego, vaya lastima de no darme cuenta
para reclamar pero por desgracia me di cuenta luego al ver la foto de la carta,
entonces pasamos al sashimi variado, pese a decirle al metre al principio del menú
que no tomo salmón y decirme este que me lo cambiarían por anguila me lo
trajeron con este y al decirlo nada de anguila sino otra rodaja de pargo,
vayamos al grano, el sashimi era de calamar, ventresca de atún toro "de
baja calidad", caballa, pargo, salmón y atún
El plato de pescado
fue este interesantísimo bonito
Antes en este punto
era el turno como en la cocina kaiseki de los aperitivos, una sucesión de
aperitivo con un significado pero ahora lo han substituido por 3 miniplatos, el
primero de estos siendo bacalao al miso negro con requesón, un plato un tanto
curioso con una textura extraña del bacalao que no sabría decir si me gusta o
no
El segundo fue esta
croqueta de centolla, muy buena
pero el platazo
brutal de la noche fue la samba, foie y daikon, al preguntar al metre cual era
el pescado ni lo sabía y tuvo que preguntárselo a la camarera, plato redondo y
que de haber sido así todo el menú hubiese sido una pasada
El metre nos trajo el
wagyu y nos dijo que teníamos que escaldarlo y comerlo así que ni corto ni
perezosos empezamos a mojar el wagyu y comérnoslo, se nos hacía bola y era
incomible por el corte de la carne cuando de pronto cuando nos habíamos comido
casi como pudimos la mitad llego la camarera y nos dijo que no se tenía que
comer crudo
sino que había que
escaldarlo 10 segundos en este caldo de verduras y luego tomarlo, entonces es
aquí cuando os puedo justificar lo de que el metre ni se entera ni quiere
porque luego pudimos observar como hizo la misma cagada en la mesa de atrás y
como la repitió en la mesa de al lado, tanto cuesta decir a la gente que no se
lo tomen hasta que venga la camarera? además él estaba presente cuando la
camarera explicaba en cada mesa que no se come crudo y pedía disculpas pero él seguía
haciendo el mismo fallo, pasotismo? ineptitud? no lo sé pero está claro que no tendría
que ser metre, de todas formas después de probar la carne cocinada creo que es
una manera de destrozar el wagyu que tenía buena pinta con esta elaboración
Aunque ahora tocaría
el plato de arroz nos llegó primero la sopa miso, correcta sin mas
Aunque en la carta
pone plato de arroz daban a elegir entre arroz o sushi, quizas el plato de arroz no gustaba mucho y la gente demandaba mas el sushi como nosotros que escogimos sushi y esta
vez sí que me lo trajeron con el de salmón cambiado por anguila, sushi de atún, pargo y anguila "esta con bastante espinas y molesta de comer", aunque ya
llevábamos 3 horas y estábamos hartos de estar ahí por lo que ni lo termine,
decir que los cortes no eran todo lo bien ejecutados que deberían ser y es raro
porque los japoneses otra cosa no pero de cortes normalmente dominan
de postre en la
cocina kaiseki realizan distintas elaboraciones sobre el producto de temporada,
en nuestro caso higos aunque también he visto una bajada de calidad en este
aspecto respecto a un año antes, un simple helado de higo, un higo caramelizado
caliente y una galleta que ni se entiende, como en todas las mesas rápidamente
pedimos la cuenta por estar hartos de pasar tanto tiempo ahí y como no el metre
se equivoca con la cuenta y nos cobra un menú que no era en concreto el kaiseki
o quizás tomamos el kaiseki y nos cobraron el recomendación, eso justificaría
la ausencia de 1 aperitivo y del plato de caldo claro pero no el echo de
pagar algo que no has recibido, en definitiva un menú con cosas muy
interesantes como el tofu, bonito, croqueta y samba con foie y cosas mejorables
como la calidad de los pescados usados para sashimi/sushi que eran más bien
mediocre, el plato de carne un auténtico desastre o el postre muy mejorable
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