A unos 30 minutos en tren desde Madrid tenemos el
templo de los Sandoval, se trata del restaurante coque que ostenta 2 estrellas
Michelin, una joya que aconsejo que visitéis por la experiencia global, su
cochinillo de los mejores de España y sobre todo por la posibilidad de
disfrutar tal experiencia a un precio que ni en la mayoría de los restaurantes
con 1 estrella tendréis.
no os empezare hablando del sitio como hago siempre
porque como veréis forma parte de la experiencia, así que os hablare de los
menú degustación, menú Max Madera (110 euros) y el menú Arqueología (150
euros) pero lo realmente interesante es reservar a través de su tienda la
experiencia entre semana para comer donde podréis realizar Max Madera con
maridaje de vinos y todo incluido por solo 210 euros para 2 personas y el Arqueología
por 310 euros, sin duda una RQP sin igual y más aun después de haber vivido la
experiencia. El servicio de sala agradable, muy bueno y protocolario como es de
esperar en un 2 estrellas, vamos a ver como empieza nuestra experiencia en coque
A nuestra llegada nos llevan a la bodega del
restaurante donde disfrutaremos de unos aperitivos mientras puedes ir ojeando
los vinos
Empiezan preparándonos un cocktail llamado coque club
(four roses, fino, vermouth Yzaguirre y zumo) no apto para abstemios y muy
bueno
Empieza el desfile de snacks con una uva acida sauvignon
blanc, una uva hecha con manteca de cacao y dentro el jugo de la uva
Macarrón de merlot con torta de queso, buena integración
de sabores y muy rico
Algunas de las maravillas de la bodega
Pan al vapor de polifenoles del vino estofado de toro
bravo, como veis todos los snacks tienen una armonización perfecta con el
entorno o lo que es lo mismo están relacionados en alguna manera con el vino
Bocado aireado de vinubo con remolacha acidulada y
uvas pasas
Brioche frito de vinesenti relleno con perdiz guisada
y salsa picante, bocado potente con textura del brioche perfecta
Una vez terminados los aperitivos subimos por un
ascensor hasta llegar a la cocina donde nos espera Mario Sandoval para darnos
la bienvenida y ofrecernos otro snack que mientras lo tomamos podemos ver cómo
trabaja la cocina, tortilla de camarones con cebolleta tierna y especias
africanas
Luego nos llevan a la estancia donde está el horno que
lo conservan de origen donde cocinan los fabulosos cochinillos y donde dentro
podemos observar el que tomaremos hoy
Las ahumadoras con sus distintas maderas para darle
ese toque ahumado característica de cada una
En esta segunda estancia de la cocina tomamos otro
bocado, saam de manita de cochinilla melosa con salsa cantonesa que resulto muy
agradable y acompañaba perfecto con el olor del cochinillo cocinándose
Muy amablemente Diego Sandoval nos enseñó el
cochinillo y nos dio una clase magistral de cómo lo cocinan, nos cuenta que el
horno nunca se apaga para que tenga una temperatura homogénea y que tardan
entre 3 y 4 horas en cocinar el cochinillo entre otras cosas, luego nos pasa al
comedor donde ya nos acomodaremos para comer y seguir disfrutando esta
experiencia
ya en sala empezamos el menú aunque la verdad es que
casi sin darnos cuenta ya llevábamos un buen número de bocados, nos presentan
el primer vino del maridaje aunque ese día no estaba Rafael Sandoval, el
sumiller que nos atendió estuvo muy bien presentando y explicando los vinos y
sobre todo me gusto que no te pegaba la típica parrafada sino que compartía mas
o menos en función de lo que tú le demandabas, así que en este caso por ejemplo
simplemente nos presentó el vino y nos dijo la zona y tal pero en otros casos
le preguntamos más y entonces nos explicó más a fondo, buen trabajo

El pan un brioche de aceite con un poco de sal maldon
por encima, para comer escogemos el menú Max madera, veníamos extasiados del día
anterior en Diverxo y no quisimos que fuese demasiada comida, acertamos porque
terminamos perfectamente llenos
Lechuga batàvia ahumada con madera de olivo, guacamole
de cítricos y cilantro, la cocina de coque es de una finura y ligereza inicial
que se agradece
Gastrogenomica de semillas ahumadas y verduras
especiadas con brotes aromáticos, un plato que para los vegetarianos sin duda será
orgásmico, cada cucharada un sabor distinto, gran plato
Trucha de rio curada en salazón con hierbas amargas,
encurtido de coliflor y lombarda anisada, sabor suave
Rematamos con un trio de escabeches, escabeche de
rape, besugo y esturión nacari con hinojo marino encurtido en uva albillo y
miso, predominaba un poco el escabeche donde cada pescado aportaba sutilmente
algo de sabor pero se reducía a sobre todo a diferentes texturas, hasta aquí la
parte ligera del menú y perfecta para abrir boca, ahora nos disponemos a tomar
la parte más contundente y con más fondo del restaurante
Pepitoria de
gallina con huevo escalfado en su propia salsa y rebozuelo guisado con panceta ibérica,
platazo micológico que es pura gula
Ravioli meloso de rabo estofado de toro bravo, con su
solomillo macerado y jugo de cochinita picante, aunque parezca pequeño el
bocado os puedo asegurar que era muy contundente, menudo platazo de carne, es
como si tomaras 2 platos de golpe por un lado el solomillo y por otro el
ravioli

entonces
llega la estrella del menú y la verdad que no defraudo nada, los camareros nos
sirven un plato con una especie de sombrero de cristal ahumado y los 2 a la vez
levantan el sombrero para desprender el ahumado y descubrirnos el
cochinillo lacado con su carne jugosa y su piel crujiente, puré de
ciruela especiado y ciruela, muy bien por el servicio de sala que apenas
pudimos ver fallos, marcaje de cubiertos, servicio de platos y explicaciones
todo al nivel de donde nos encontramos un 2 estrellas, no sé si será el mejor
cochinillo de España pero si el mejor que un servidor a comido, esa piel en si
misma ya sería suficiente para comerlo pero es que la carne de sabor y textura
perfecta, solo existe una palabra para este cochinillo y es perfección, estos últimos
3 platos han sido para levantarse y aplaudir
Para refrescar un poco el paladar y descansar de tanta
potencia nos traen un pre-postre, en este caso un helado de flor de
hibisco con esponja de ginebra y espuma de frutos rojos para darnos paso a los
postres donde nos levantamos y vamos al lounge a disfrutar de estos


el lounge con pantallas y música moderna, estupendo
para terminar los postres y perfecto para los que quieran después tomar una
copa, quizás en esta estancia cambiaría el tipo de servicio dejando de lado el
servicio encorsetado por uno más canalla, el primer postre que nos sirven es soufflé
de yuca y vainilla con borrachito de whisky y merengue flambeado
El ultimo postre visualmente muy atractivo y además
con la dosis de chocolate justa para terminar, chocolates de 8 orígenes con
fruta de la pasión, como suele pasar aquí y en muchos grandes restaurantes los postres estan un poco por debajo del nivel del menú, haber cuando nos ponemos las pilas en este aspecto
En los cafés a modo de petit four nos traen un
regalo, en este caso es un macarrón de ron con lima y yuzu
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